PATRIMONIO

NATURAL Y CULTURAL

PAISAJE DE MONTAÑA

Desde un punto de vista ambiental, la Reserva tiene un gran interés derivado del gran desnivel altitudinal representado y la variedad litológica existente. De hecho, sus más de 1.600 m de desnivel, la orografía y las peculiaridades geológicas han sido proclives para la conservación de un importante número de depósitos y formas de origen glaciar y periglaciar, conformadas a lo largo de los distintos periodos fríos del Cuaternario. Así, se evidencia la presencia de sistemas geoecológicos de alta y media montaña, cuya dinámica se ha visto modificada por la presencia humana.

PATRIMONIO NATURAL

La montaña de Os Ancares atesora un singular mosaico de hábitats naturales. Se trata de una zona atlántica de alta y media montaña en la que destaca la presencia de importantes masas forestales (dominadas por robles, abedul y castaño, especies a las que acompañan avellanos, encinas, serbales, arces, tejos y acebos) que albergan un nutrido elenco de hábitats arbolados.

Las zonas de matorral también se encuentran ampliamente representadas, en las que destacan los brezales secos y los piornales, jugando un importante papel en la conservación de la biodiversidad. Existen en algunos puntos localizados, encinares de alto valor biogeográfico, como el Aciñeiral de Cruzul, o pequeños hayedos, como A Pintinidoira. Las áreas cuminales albergan la representación más occidental de hábitats subalpinos del continente europeo.

Esta variedad de hábitats existente en la Reserva alberga una abundante diversidad de flora y fauna. En cuanto a la flora, destacan especies En Peligro de Extinción como Lycopodiella inundata o Zygodon conoideus, así como taxones de interés comunitario como Festuca elegans, F. summilusitanica, Narcissus pseudonarcissus subsp. nobilis o N. Asturiensis (narcisos, que se pueden admirar en la Campa de Tres Bispos).

En los grupos de fauna, entre los invertebrados destaca la presencia del cangrejo de río (Austropotambius pallipes), y en comunidad de vertebrados, cabe señalar especies en grave peligro de extinción, como el oso pardo (Ursus arctos*, considerado como prioritario) o el águila real (Aquila chrysaetos), que es una de las aves más amenazadas de este territorio y que goza de protección estricta a nivel europeo, estatal y autonómico.

Bosque Os Grobos y Narcisos en la Campa de Tres Bispos

Castillo de Doiras y Puente de A Proba de Navia

PATRIMONIO HISTÓRICO

De la época prehistórica destaca el conjunto de túmulos y cámaras megalíticas.

Son conocidos como mámoas o medorras, con diferentes variaciones dialectales de estos nombres, y suponen un tipo diferenciado de los del resto de la Península. También es destacable el conjunto de castros presentes en el territorio, que constituyen la forma de asentamiento de la población desde la Edad del Bronce hasta el final de la romanización, como el castro de Santa María en Cervantes.

También cabe destacar los castillos que dan testimonio del importante pasado medieval de la zona. Destacan los de Doiras, Frades y Quindous, en el municipio de Cervantes. El conjunto de la arquitectura civil se completa con las casas, casas-torre y pazos, como la casa torre de Donís y el pazo de Pando, en Cervantes, o la casa pazo de Freixís en Navia de Suarna. También existen otros elementos notables representativos de la cultura rural tradicional que llevan asociada una toponimia propia, como los hórreos, molinos, fuentes, etc.

Por otra parte, la numerosa arquitectura religiosa está representada por una serie de iglesias parroquiales y capillas, casi siempre perfectamente integradas en el medio físico y distribuidas por todo el territorio. Muchas de estas construcciones responden a una tipología específica de iglesias de montaña, con sus cabildos característicos. Destacan las iglesias de Donís, Cancelada, Cereixido y San Pedro de Cervantes, en Cervantes.

PATRIMONIO ETNOGRÁFICO

El rasgo más destacable del patrimonio histórico y cultural en la Reserva es la palloza (representada en su logotipo), tipo de vivienda que materializa la supervivencia de una de las formas de habitación más antiguas del contexto europeo. Estas construcciones prerromanas con la misma traza que las viviendas circulares de los castros, albergaban bajo un mismo techo de paja de centeno a las personas y al ganado hasta hace relativamente poco tiempo. Algunas, convertidas en museo, pueden ser visitables en la actualidad y son el máximo exponente de la riqueza etnográfica que los Ancares.

El teitado de las pallozas se realiza con malla de centeno, que se obtiene en las tradicionales mallegas, en las que la paja de centeno es golpeada (antiguamente, con palos, en la actualidad con máquinas). Posteriormente, se realiza la limpieza del grano y el escolmado, que consiste en separar la paja más larga y dura de la corta y doblada con una técnica ancestral, para elaborar los colmos, con los que los teitadores reparan el techo de las pallozas.

El patrimonio inmaterial es igualmente importante, aunque escasamente estudiado. Pudiéndose destacar la rica y poco estudiada toponimia del territorio, las numerosas leyendas de tradición oral, los festejos tradicionales, los oficios tradicionales de la zona como serranchíns, carpinteiros, fiandeiras, tecedeiras, feirantes, seitureiros, muiñeiros, canteiros o ferreiros.

Mallega en Cervantes y Pallozas de Piornedo

Cortín de Robledo de Rao y Vacas en Piornedo

ACTIVIDADES TRADICIONALES

La zona cuenta con un importante conjunto de prácticas y actividades tradicionales que poseen un elevado interés etnográfico, como el aprovechamiento de los prados seminaturales de montaña y de la castaña en los soutos (bosques de castaño), así como la producción apícola, que cuenta con unas construcciones características que protegen las colmenas del oso (cortines o albarizas).

Aunque de una forma muy simplificada, todavía se realiza el movimiento estacional del ganado vacuno durante la época estival desde las aldeas a los pastos de verano, localizados en las brañas.

Durante siglos, los extensos bosques naturales han sido fuente de madera para diversos usos y oficios, a través de cortas a pequeña escala que han permitido su mantenimiento hasta nuestros días. Por su parte, los cultivos hortícolas han empleado y mantenido ecotipos específicos de la zona de montaña, caracterizados por su rusticidad.

Por todo ello, es posible citar una serie de producciones agroalimentarias artesanales de elevada calidad, entre las que destacan los quesos, los productos cárnicos, o productos obtenidos del medio forestal (miel, castañas o arándanos, entre otros).

La persistencia de estas actividades y producciones tradicionales es vital para el mantenimiento del patrimonio cultural y natural de la Reserva.

Este trabajo fue financiado íntegramente por los fondos Next Generation de la Unión Europea a través de la subvención convocada por la Xunta de Galicia “Ayudas para actuaciones por parte de los órganos de gestión de las reservas de la biosfera de Galicia con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea-NextGenerationEU, para los años 2022 y 2023”. Con todo, los puntos de vista y las opiniones expresadas son únicamente los del autor o autores y no reflejan necesariamente los de la Unión Europea o la Comisión Europea. Ni la Unión Europea ni la Comisión Europea son responsables de ellas.

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