Fonte: La Voz de Galicia
Feijoo atribuye a una «intencionalidade criminal» la mayoría de los fuegos y cifra en un 90 % los que comienzan cuando los aviones no pueden volar.
El incendio que afectó durante el pasado fin de semana el valle del río Rao, en el municipio lucense de Navia de Suarna, causó un daño ecológico importante: quemó los únicos bosques de madroños que había en Galicia. Ha sido un fin de semana negro en la comunidad, en el que se han calcinado más de 800 hectáreas de Red Natura, entre los fuegos de Navia, O Courel y Padrenda.
El valle del Rao, que es un afluente del río Navia, encierra entre sus escarpadas paredes casi verticales un microclima cercano al mediterráneo donde se conservaron pequeños bosques de madroños que no hay en ningún otro punto de Galicia. Por ese estrecho valle, en el que se quemaron 440 hectáreas, desciende el oso desde las montañas oseras de Asturias hacia los Ancares gallegos, aprovechando el fruto del madroño para alimentarse, ya que es uno de los manjares favoritos de los plantígrados. Además, el valle contaba con otras ventajas para el oso: quedó completamente despoblado hace años pero conserva muchos viejos colmenares que ahora son accesibles para los plantígrados tras desmoronarse las paredes circulares de piedra que protegían las colmenas.
Hasta este fin de semana, los bosques de madroños se podían visitar a pie o en bicicleta a través de una ruta que asciende por una ladera del río Rao hacia Asturias y retorna en descenso por la otra orilla del río. La ruta también ha quedado inutilizada en gran parte por el incendio, ya que durante varios días habrá riesgo de que el fuego se reinicie en las raíces de algunos árboles. Todo apunta a que fue provocado. Estuvo a punto de quemar dos pueblos habitados: Envernuallas y Tabeirón.
Quedó controlado en la mañana de ayer después del trabajo con medios aéreos, dado que en muchos lugares no se pudo entrar a pie debido a la verticalidad de las paredes. Durante varios días será vigilado por cuadrillas para que no se reaviven los rescoldos que quedan bajo la corteza de la tierra y las raíces.
Por otro lado, a las doce y media del mediodía de ayer también se dio por estabilizado el incendio que se declaró en la sierra de O Courel el pasado sábado por la tarde. En esos momentos ya habían desaparecido las grandes llamaradas que dominaron la zona durante dos noches y un día y en su lugar se dejaron ver grandes superficies carbonizadas, especialmente patentes en la margen derecha del estrecho y sinuoso valle del río Lóuzara, que comunica la sierra con los vecinos municipios de Samos y O Incio.
Los operarios se dedicaron a extinguir diversos pequeños focos que aún seguían humeando por la zona, algunos de ellos situados en laderas casi verticales. Mientras tanto, un helicóptero estuvo refrescando los terrenos con descargas continuadas de agua para evitar que el fuego se reprodujese y se extendiese por las zonas vecinas, de un relieve especialmente abrupto, donde sería muy difícil combatirlo.
Las estimaciones provisionales de la Consellería de Medio Rural indican que la superficie afectada ronda las 200 hectáreas. Falta todavía por evaluar los daños medioambientales que puede haber causado el siniestro en esta zona encuadrada en la Red Natura y caracterizada por una rica biodiversidad vegetal.
Si bien el incendio de O Courel pareció darse por vencido, a las seis de la tarde se declaró otro no muy lejos de esta zona, en el municipio de O Incio. A última hora, Medio Rural no pudo proporcionar un cálculo de la superficie afectada.
«De forma simultánea»
Al fin de semana negro en los montes gallegos también se refirió ayer el presidente de la Xunta, quien atribuyó a una «intencionalidade criminal» buena parte de los incendios, pues la «maioría» empiezan «de forma simultánea en varios puntos do territorio» y cuando los aviones o helicópteros ya no pueden volar o bien se encuentran a punto de retirarse a la base por falta de luz. «Máis do 90 % dos lumes comezan a partir das 19.30-20.00 horas», aseveró Alberto Núñez Feijoo, para luego apostillar: «É evidente que eses lumes non son por circunstancias naturais».
Sus palabras encuentran cierto reflejo en los datos que maneja la Consellería do Medio Rural. De acuerdo con su sistema de alertas, el domingo los servicios autonómicos de extinción tuvieron que hacer frente a 24 incendios, de los cuales 21 se habían iniciado entre las nueve de la noche y las seis de la madrugada. «Las posibilidades de que los fuegos a esas horas comiencen de manera fortuita son escasas o nulas», valoran técnicos del departamento que dirige Rosa Quintana.
Además de agradecer a los brigadistas su «excelente» trabajo y de recordar la sequía «moi potente» que padece este año la comunidad, Feijoo dejó en su mensaje una advertencia para los incendiarios. «Que saiban -advirtió- que se os collemos han ter moito tempo problemas coa Xustiza e van ter que devolver o importe dos danos producidos. […] Iso non o imos esquecer».