Fonte: La Voz de Galicia
El famoso yacimiento al pie de la N-VI no tiene acceso ni está señalizado
Entre los municipios de Becerreá y As Nogais se extiende la Zona de Especial Conservación Cruzul- Agüeira integrado en la Red Natura 2000. Y a su vez dentro este paraje, que incluye el espectacular aciñeiral de Cruzul, se encuentra un bosque de cuento de hadas muy conocido pero al que es casi imposible acceder de una manera ordenada y segura. Quizás por eso mantiene su encanto.Se trata del bosque de Os Grobos, ubicado a los pies de los castaños de Agüeira, y que gracias a un microclima, con buenas condiciones para el desarrollo de especies de bosque mediterráneo, cobran especial relieve las imponentes afloraciones de roca caliza modeladas por la humedad, que dan a este lugar un ambiente casi mágico. En este laberinto de rocas kársticas se puede disfrutar de un colorido de contrastes propiciado por el juego de luces y sombras que logran penetrar entre los pasadizos y la densidad de una vegetación que invita a adentrarse en un universo paralelo.
El problema de este curioso paraje, único en Galicia, es lo complicado que le supone al visitante poder acceder hasta el. Y eso que no se trata de un lugar alejado de la carretera, todo o contrario, se ubica a escasos cien metros de la N-VI. La primera dificultad para las personas que lo quieren ver, especialmente familias con niños, es que no está señalado por ningún lado. El punto exacto de la N-VI es en la bajada desde el túnel de La Porteliña en dirección As Nogais. A la altura del kilómetro 451, a la margen derecha, hay un acceso a Os Grobos. La complicación reside en que no hay posibilidad de aparcar el coche. Hay un espacio en la entrada, pero es un camino agrícola que puede interrumpir el paso de tractores o de ganado.
Las únicas opciones para aparcar pasan por dejar el turismo a la salida del citado túnel e ir andando por el arcén de la N-VI dos kilómetros, o dejarlo en la aldea de Ferreiría (al fondo de la bajada y donde parte un senda para visitar el souto de Agüeira) y subir por la N-VI un kilómetro. Ambas opciones, con niños, son peligrosas. La otra opción es meter el coche en la aldea de Cela (está sin señalizar), unos 500 metros antes del citado acceso a Os Grobos por la N-VI. Hay poco sitio para aparcar, pero es lo más seguro. Desde allí sale un sendero sin acondicionar pero que lleva al caminante justo al meollo del bosque de Os Grobos.